Adentrándonos en la historia megalítica de nuestra región, este yacimiento debe ser una visita obligada. Formaba parte de una necrópolis de doce dólmenes y era una continuación de la gran necrópolis de Alto do Rebullón y As Xunqueiras.
A pesar de que los trazos de arte en la roca del dolmen ya no son reconocibles, es una experiencia fascinante contemplar su construcción e imaginar como fue la vida de nuestros antepasados hace miles de años. Su situación en plena naturaleza hace que sea un lugar ideal para pasear y gozar de un día al aire libre en familia.
La visita a este yacimiento megalítico es una oportunidad única para aprender más sobre nuestra historia y cultura prehistóricas. Su importancia arqueológica y su valor patrimonial hacen que sea un lugar especial que debe ser preservado para las futuras generaciones. No pierdas la oportunidad de visitar este lugar histórico y adentrarse en el mundo de nuestros ancestros.
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