Se trata de un conjunto escultórico de bronce formado por varias piezas de grandes dimensiones que parecen parcialmente sumergidas. Una de las figuras, situada en el paseo del Náutico, muestra al nadador tirándose de cabeza.
La segunda escultura se encuentra en la Plaza de la Estrella y representa al nadador ya en el agua, con una expresión de esfuerzo marcada en su rostro de bronce, a punto de hundir su brazo en una brazada perfecta a crol.
Es una obra del escultor Francisco Leiro en reconocimiento al esfuerzo de los nadadores.
No te pierdas la escultura del mesmo autor situada en la Puerta del Sol. ¡No te dejará indiferente!
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