¡Una de arquitectura! La iglesia primitiva de Santa Mariña era de estilo románico y, aunque queden pocos vestigios, todavía podemos observar algunos elementos. En la última reforma, dos piezas fueron dejadas a la vista en el interior de la iglesia, correspondientes al arco de una ventana con labra de billetes y moldura de boce, una imposta de sustentación de las vigas y la apertura de una ventana arquera con derrame interno. Se pueden apreciar otros elementos por la parte externa.
La fachada principal es del siglo XVIII y tiene una puerta central con moldura de baquetón y un adorno floral en el centro del lintel. Por encima de la puerta hay una ventana de doble derrame moldurada por un lado en su contorno. En la parte superior de la fachada, hay un óculo con moldura de baquetón y un escudo de Carmelo de reciente construcción. La torre tiene una base cuadrada con cuatro columnas que sostienen un cuerpo superior en piedra con pilastras esquinales y una cruz de la Trinidad radiada como remate.
En el interior, la iglesia presenta una única nave rectangular con aspecto moderno. En el zócalo, así como en los paramentos, se dejaron marcos para poder apreciar los elementos más antiguos o interesantes que fueron encontrados durante las reformas, como una pequeña fuente de agua bendita en forma de concha con adorno. La sacristía es un aditamento en el lado sur y fue construida en 1967, junto con otras obras en el interior.
En suma, aunque la iglesia fue objeto de diversas reformas a lo largo de los años, aunque es posible apreciar algunos elementos románicos en su interior y exterior, lo que hace de esta iglesia un lugar histórico y culturalmente importante.
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