En la viguesa parroquia de Teis encontramos el Monte da Guía, al que tendremos que subir siguiendo un Vía Crucis, en un camino entre robles y pinos, para llegar hasta la cima en la que al parecer estuvo situado un castro y que ahora acoge una ermita, la de Nosa Señora da Guía.
Se dice que antiguamente venían hasta aquí las mujeres de los pescadores para prender hogueras y así orientar a sus hombres hasta tierra, y que también en sus faldas, además de las playas de A Lagoa y de A Punta, se habilitó una base de aprovisionamiento de submarinos durante la II Guerra Mundial.
Hoy, desde este magnífico mirador, podemos disfrutar de la ciudad de Vigo y su ría, las espectaculares Illas Cíes, el puente de Rande, la península del Morrazo o la ensenada de San Simón, con aquella isla cercada por las olas que había inmortalizado el trobador medieval Mendinho.
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