Un poco de historia…:
Es un parque dedicado a la reina gallega Aragonta e inaugurado en 2008. Está dedicado a esta noble gallega que, durante un breve periodo de tiempo, fue reina consorte de los reinos de Galicia y León. Nacida en el seno de una familia aristocrática, estaba relacionada con Ilduara Eriz y su hijo, el obispo Rosendo (907-977), fundador del Monasterio de Celanova.
En 922 se casó con Ordoño II (rey de Galicia entre 910-914 y también de León entre 914-924), entonces viudo, pero su matrimonio duró sólo un año. Según el obispo Sampiro, el motivo de la separación fue que el monarca ya no le agradaba; y luego hizo una valiosa confesión por ello. De hecho, en el año 923 el rey optó por un matrimonio más interesante desde el punto de vista político, decidiendo casarse con Sancha, hija del rey García de Navarra. Y es que en el siglo X el matrimonio tenía poco que ver con el amor y la capacidad de atraer, y mucho con la conveniencia y el poder.
Ordoño murió en el año 924, un año después de la separación, mientras que Aragonta vivió hasta el año 976, año en que falleció en el monasterio de Santa María da Saceda (Salceda) que fundó aprovechando las propiedades de su hermano Pelayo que debía cuidar de la Corona del Cielo, en palabras del padre Flórez. Precisamente en compañía de Pelayo, Aragonta aparece convocando y participando en una asamblea en la que defendió los derechos de propiedad heredados de sus antepasados en la región de Salnés. Gracias a la mediación del obispo Sisnando de Santiago, los descendientes de Aragonta y su hermano obtienen parte de las ganancias de las salinas que los aldeanos construyeron sin su permiso. Cuando la ex reina yacía postrada a causa de una grave enfermedad, ella, sintiéndose peor, pidió refugio a su prima San Rosendo, quien respondió a la demanda y dejó a Celanova para visitar Aragonta, pero cuando escaló las montañas de Franqueira tuvo una revelación divina por la cual anticiparon que la reina ya había muerto.
Así terminó Aragonta sus días en su convento de Salceda, donde logró, según Flórez, más riquezas y honores en la pobreza y abstracción del Monasterio, que en la soberanía del Trono.
El parque cuenta con un Skate Park, que permite la práctica de modalidades como skate, patinaje agresivo, roller, snakeboard, BMX o scooter freestyle, entre otras, para que los aficionados a los diferentes tipos de skate puedan disfrutar de la instalación de una manera más segura.
Las pérgolas ubicadas alrededor del área central del parque fueron diseñadas en coautoría con el arquitecto Félix Gómez Pousa, quien presentó el proyecto en un concurso de arquitectura. Dada la pendiente preexistente, los arquitectos adoptaron como solución lo que entienden como una interpretación del “socalcos” y las vides tradicionales trasladadas a la esfera pública.
En el proyecto, distintos tipos de pavimento proporcionan una lectura diferenciada de dichas zonas que orienta usos dominantes (espacios de juego para niños, zonas tranquilas para personas mayores, stands en zonas con superficie dura en un posible palco temporal, etc.). Se garantiza la circulación peatonal por el propio parque, facilitando la interconexión y la inmediatez, sin negar rutas espontáneas y el disfrute del espacio sobre el césped.
Intención que manifiestan los arquitectos en la propia pérgola diseñada, que se separa de las rutas predominantes para fomentar el uso de espacios que ahora también son especiales porque están a la sombra. Esta sombra con la que los arquitectos pretenden evocar el mito/personaje (lleno de lagunas históricas) que da nombre al propio parque: «Parque Raíña Aragonta».
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