En la desembocadura del Río Verdugo, que vierte sus aguas en la Ría de Vigo, nos encontramos uniendo los términos municipales de Pontevedra y Soutomaior a lo que se considera todo un símbolo de la comarca: el puente de Pontesampaio, que da nombre a la localidad.
El puente está situado entre la localidad de Arcade (Soutomaior) en el margen meridional del río y la de Pontesampaio (Pontevedra) en el margen septentrional. Construido sobre una antigua cimentación romana (aunque el puente que conservamos hoy es propiamente medieval), el puente de Pontesampaio, de 144 m de longitud, une ambas orillas extendiéndose sobre las aguas con sus diez arcos apuntados y sus poderosos tajamares, sustentados sobre roca. El puente actualmente conservado presenta modificaciones y reconstrucciones efectuadas durante los siglos XVI y XVII.
Las primeras referencias históricas al puente de Pontesampaio fechan de los siglos X-XI, cuando era conocido como “Ponti Sancti Pelagli de Lutto” (Puente de Santo Paio de Lodo) y era propiedad de los Condes de Borgoña. Se dice que en el año 997, Almanzor, caudillo de Al-Ándalus lo cruzó destrozando a su paso la fortaleza que lo defendía. Cuenta la leyenda que en las proximidades del puente se erguía la mítica fortaleza de San Paio de Lodo, plaza en la que trabaron batalla los ejércitos de Doña Urraca y del Arzobispo Gelmírez. El paso por el puente estaba sujeto a peaje, pero gracias al Arzobispo compostelano Diego Gelmírez, el peaje tocó a su fin en el siglo XII.
El acontecimiento más importante que tuvo al puente de Pontesampaio como escenario fue sin duda la heroica batalla de Pontesampaio entre las tropas napoleónicas y los patriotas españoles. A finales de marzo de 1809, los españoles reconquistaron las villas de Vigo, Tui y Pontevedra, hasta que el ejército francés destacado en la zona se retiró. Unos meses más tarde, entre los días 7 y 8 de junio, los franceses volvieron con nuevas tropas para recuperar las tierras perdidas y se vieron obligados a atravesar el puente de Pontesampaio. Fue entonces cuando el pueblo español logró detener el avance francés y expulsó definitivamente al invasor fuera de tierras gallegas. Esta gran victoria de la nación española recibió tal ovación popular que se erigieron gran número de placas conmemorativas en el lugar, y fue homenajeada en multitud de lugares españoles.
A pesar de su antigüedad, aún a día de hoy, el viejo puente de Pontesampaio; el mismo de los días de Almanzor, Doña Urraca y la Guerra de la Independencia Española, sigue soportando el tráfico motorizado, pese a que ambas orillas del Verdugo están unidas por los puentes de la carretera nacional 550, Tui-A Coruña, y por el de ferrocarril.
En las cercanías del puente de Pontesampaio podemos disfrutar de hermosos paisajes ribereños, en los que pasear y relajarse, así como de diversos puntos conmemorativos y de información en los que ampliar nuestros conocimientos de la historia local.
Lo sentimos, no se encontraron registros. Ajusta tus criterios de búsqueda y vuelve a intentarlo.
Lo sentimos, no se ha podido cargar la API de Mapas.