El Sendero Local de Zamáns recorre los montes de esta parroquia viguesa, que tiene el carácter más rural del municipio y la menor población (761 habitantes). La parroquia, que debe su nombre al río que la atraviesa, está situada al pie del monte Galiñeiro, en el punto geográfico más alto del Valle del Fragoso, limitando con los municipios de O Porriño, Gondomar y Mos.
Este recorrido atraviesa lugares de gran valor ambiental, paisajístico, etnográfico, cultural e histórico, como el parque forestal, la plaza de la Leiteira, el monte Galiñeiro, la Cascada da Freixa o el conjunto de los molinos de Zamáns, rehabilitados por la Comunidad de Montes. La senda también bordea el embalse de Zamáns, que según la época del año muestra un encanto especial.
- Tipo de ruta: Circular
- Longitud: 7,9 km
- Altitud máxima: 464 m
- Desnivel: 226 m
- Dificultad: Media
- Duración: 2 horas
- Peligrosidad: Media debido a los desniveles.
- Recomendaciones: Es especialmente atractiva en otoño y primavera por la riqueza de la vegetación y la fauna. En verano, el sol puede ser perjudicial en las zonas sin árboles y la cascada tiene poco caudal, por lo que se recomienda realizarla por la mañana o a última hora de la tarde.
Consejos para la ruta:
- Usar calzado cómodo y adecuado al terreno, así como protección contra la vegetación e insectos.
- Llevar agua para hidratarse y snacks para mantener la energía.
- Recordar respetar la flora y la fauna para disfrutar al máximo del recorrido.
Inicio de la ruta
El recorrido comienza en el Parque Forestal de Zamáns, donde podemos estacionar nuestro vehículo. Allí encontramos señalizado el camino claramente gracias a un cartel y a los troncos con franjas azules y blancas, que también veremos a lo largo de todo el recorrido.
Situados frente al cartel, tomamos el camino que se dirige hacia la carretera, es decir, mirando al cartel, el que queda a la izquierda. Una vez en la carretera, elegimos el sendero ubicado más a la izquierda.
Al comienzo, la ruta discurre por una calzada con casas alrededor y el bullicio propio de una zona habitada. A medida que nos adentramos en el monte, escuchamos numerosos pájaros (incluso se pueden ver aves rapaces) y observamos prados con animales pastando tranquilamente.
Dejando atrás la zona más urbanizada y siguiendo las señales, entramos en un tramo de monte con una senda en pendiente y un pequeño muro a nuestra izquierda. En cierto punto, debemos hacer un giro cerrado a la derecha para continuar por el Sendero Local de Zamáns.
Entramos en una zona mucho más arbolada y con abundante vegetación, con desniveles y una subida importante. Posteriormente, encontramos una intersección con un camino ancho de arena. A los lados del sendero podemos ver roble americano, pinos y eucaliptos. A la izquierda, descendiendo por este camino accesible incluso para vehículos, observamos rocas que simulan el cauce de un río.
Siguiendo las indicaciones, cuando el camino finaliza, subimos una pendiente pronunciada de la montaña para llegar al inicio de la Cascada da Freixa. Esta subida es bastante empinada y tiene muchas piedras sueltas, por lo que se debe extremar la precaución.
En la cima, realizamos una pequeña desviación a la izquierda para visitar la cascada. Luego, continuamos por el monte Galiñeiro, por un sendero bien definido y en ascenso, donde nos cruzamos con corredores. Este sendero, expuesto al sol, ofrece hermosas vistas de Zamáns y de la ciudad de Vigo. Desde este punto elevado del Galiñeiro, podemos observar la Cantera de Vilaverde. Continuamos por la senda hasta una zona más frondosa, donde encontramos una plantación de castaños que añade diversidad al paisaje.
A pocos metros, encontramos una intersección de caminos, donde las señales nos indican que la ruta continúa monte abajo. Descendemos por una zona despejada hasta llegar a otra intersección con tres caminos: a la izquierda el camino rojo, de frente el amarillo y a la derecha el azul, que es el que debemos seguir. Esta ruta nos lleva hasta la Cantera de Vilaverde, actualmente en proceso de reforestación y con una ligera vegetación superficial.
Al llegar a la cantera, giramos bruscamente a la izquierda, junto a una torre de medición atmosférica, siguiendo las marcas azules y blancas. Entramos en un bosque frondoso con un pequeño arroyo. Tras un tramo nivelado, comienza un descenso abrupto con vegetación y terreno irregular, complicado por piedras sueltas y desniveles.
Llegamos nuevamente a un camino transversal de grava más ancho. Aquí giramos a la derecha y descendemos para hacer luego un giro cerrado a la izquierda, siguiendo las marcas. Nos adentramos en un sendero estrecho y frondoso, con una bajada pronunciada y algo complicada. Al final, vemos agua, lo que indica la proximidad del embalse de Zamáns.
A primera vista, observamos la presa de Zamáns, también conocida como embalse Alcalde Pérez-Lorente. Junto al embalse, encontramos pequeñas cabañas para pescadores y una estructura de piedra que parece servir para hacer fuego.
Nos desviamos por un estrecho sendero a la izquierda para llegar al conjunto etnográfico Muíño das Maquías, uno de los puntos emblemáticos de la zona. Tras cruzar la pasarela del embalse, descendemos por un sendero estrecho y muy empinado, señalizado como ruta amarilla. La zona es húmeda y embarrada, con algunos árboles caídos que debemos sortear.
En la parte inferior, una pasarela conecta con una subida hacia la carretera, que forma parte de la ruta roja. El conjunto etnográfico Muíño das Maquías está compuesto por dos edificaciones: el Muíño de Maquías y el Muíño de Seoane.
¿Sabías que?
«La maquía» es una unidad métrica tradicional gallega utilizada para medir el volumen de granos, legumbres o aceite. Su valor es variable, aunque generalmente equivale a la sexta parte de un ferrado.
Después de visitar este punto, volvemos a la parte alta del embalse y seguimos las marcas azules que lo bordean. Este tramo ofrece un paseo agradable, especialmente en épocas calurosas, ya que discurre a la sombra de los árboles.
Nos encontramos con varias intersecciones donde las marcas de la ruta están más ocultas por la vegetación. Cruzamos un puente de madera que marca el final del tramo junto al embalse y comenzamos la parte dedicada a los molinos.
Este conjunto etnoarqueológico de los molinos de Zamáns está formado por cinco molinos, dos puentes tradicionales, un lavadero y una fuente.
Finalmente, tras pasar el último molino, llegamos a un cartel con los nombres de todos los molinos, junto a la carretera. Desde aquí, podemos continuar hacia el cementerio de Zamáns, que nos lleva a otro punto emblemático: la escultura de las Leiteiras de Zamáns.
Este monumento es un homenaje a las lecheras de Zamáns y está formado por dos figuras: una gran vaca y una mujer vestida de manera tradicional, que lleva sobre su cabeza un cántaro de leche.
Cerca de la escultura encontramos bares donde reponer fuerzas y refrescarnos tras la ruta, como el Bar Horacio y el Café Soraya. También está la Iglesia de San Mamede de Zamáns.
Desde aquí, podemos regresar al Parque Forestal de Zamáns o tomar el autobús urbano Vitrasa (L7) de vuelta a Vigo.